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Todos buscamos cómo ahorrar en algún momento, todos somos conscientes de lo mucho que cuesta ganar el dinero con el que nos mantenemos y es por eso que  tenemos que ahorrar cada céntimo.  Yo me considero una persona ahorradora, siempre me acojo a las ofertas de los supermercados y de las tiendas en general. Procuro hacer las compras más grandes en épocas de rebajas, no es lo mismo comprar una lavadora en marzo que en julio o en enero. La ropa siempre en las rebajas excepto cuando es imprescindible y no me queda más remedio que comprar algo. Aun así busco los precios más bajos en las tiendas, por que ya e comprobado que voy igual de bien vestida con una camisa de diez euros que con una de cincuenta. Cuando llegan fechas señaladas del calendario como la vuelta al cole siempre confío en hipermaterial para comprar el material escolar y las cosillas que me hacen falta para casa y para el trabajo. Aunque os parezca mentira de creer se puede ahorrar mucho dependiendo de la fecha en la que compras, y una cosa muy importante que hay que tener en cuenta es comprobar los precios anteriores y los definitivos, hay sitios en los que suben los precios el mismo porcentaje que luego van a poner de descuento,  así tu crees que estás comprando una verdadera ganga y la verdad es que lo estas comprando al mismo precio inicial. La picaresca en este tema está a la orden del día y no paran de verse casos en los que tras levantar la etiqueta del descuento podemos comprobar que nos están engañando, que vamos a ser carne de cañón en cuanto pasemos por caja. A mi estas cosas es que me indignan. Señores comerciantes si no pueden o no quieren poner rebajas, no las pongan, pero por favor, no nos engañen. Tengan la decencia de respetar a los consumidores que casualmente somos los que les damos de comer a ustedes. Por todo esto, yo siempre voy preparada y antes de comprar algo comparó los precios anteriores en páginas web o publicidad de las que nos meten en los buzones, si veo que algo está más barato lo compro, si no, espero que lo vuelvan a poner en descuentos.

Con esta práctica he llegado a ahorrar en un año la cantidad para poder irme de vacaciones a la playa durante una semana, así que ya sabéis, aplicaros el cuento.