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En un vehículo siempre se debe mantener una buena temperatura de funcionamiento porque así evitarás cualquier tipo de daño al mismo. Si tu motor se ha roto, te recomiendo visitar el desguace de motores, porque allí encontrarás las mejores opciones para comprar un motor de segunda mano a los mejores precios.

Pero, es probable que no sepas cuál es el procedimiento para hacer el cambio de la bomba de agua de tu vehículo. Por este motivo, hoy vamos a hablar del procedimiento que tienes que hacer si quieres hacer el cambio por tu cuenta.

Proceso para cambiar la bomba de agua

Muchos conductores cuando se rompe la bomba de agua prefieren llevar su coche a un taller mecánico y que allí se encarguen del proceso. Pero el coste puede llegar a resultar bastante elevado porque puede llegar a ser de hasta 1000 euros dependiendo del modelo de tu vehículo.

Por este motivo, si quieres ahorrar dinero puede que quieras hacer la reparación por tu cuenta, y conseguir una bomba de agua en un desguace por menos de 160 euros. Para hacer el proceso bastará con seguir estos pasos básicos para conseguir hacer el cambio correctamente:

Baja la bomba rota

Antes de comenzar con el proceso tienes que asegurarte de que el coche se encuentre completamente frío y así evitarás inconvenientes. Será importante que también este elevado, por lo que se aconseja que se deje el coche en posición desde la noche anterior para evitar cualquier tipo de inconvenientes.

Se debe iniciar por el drenaje del líquido refrigerante, asegurándote de que salga todo el líquido del sistema. Desconecta las mangueras de la bomba de agua, y quita los tornillos de fijación de la bomba para retirarla del motor. Debes dejar la zona completamente limpia antes de proceder a la instalación de la bomba de repuesto.

Instala la bomba nueva

Es importante que instales la bomba nueva en tu motor, asegurándote de que sea del mismo modelo que la que acabas de bajar. Para la instalación solo bastará con colocarla en su lugar con los tornillos de fijación y conectar las mangueras asegurándote de dejar todo bien ajustado para evitar fugas.

Procede a rellenar el sistema con líquido refrigerante, y verifica que no exista ningún tipo de fuga que pueda afectar al motor. Enciende el motor para purgar el sistema, rellena el faltante del líquido refrigerante y procede a dejar el coche en reposo por 4 horas antes de volver a usarlo.